viernes, 11 de septiembre de 2009

movimientos de las vanguardias

Tras la Primera Guerra Mundial, la situación del arte europeo se caracteriza por una extraordinaria complejidad, se desarrollan los llamados movimientos de vanguardia, que, en algunos países, adquieren un carácter profundamente radical y se comprometen en la transformación o la crítica de la sociedad existente.La profunda crisis de valores del cambio de siglo conduce a un rechazo de la razón por considerarla incapaz para comprender la vida, por ello se da primacía a lo irracional, a lo inconsciente. El arte refleja este irracionalismo rechazando lo figurativo, entusiasmándose por lo moderno, por los nuevos modos de expresión: la fotografía, la tecnología, cine etc. No se buscará la belleza y el feísmo se incorpora como una nueva e importante categoría artística.
Los principales movimientos de vanguardia son los siguientes:
El futurismo: ensalza los mitos y tópicos de la modernidad: la velocidad, las máquinas, la fuerza etc. Llegan a ensalzar la guerra y a propugnar la destrucción de los museos, de las bibliotecas, de todo lo relacionado con el concepto tradicional de arte. Tuvo importancia sobre todo en Italia y su fundador, Marinetti, estuvo muy cercano al fascismo.
El expresionismo: es un movimiento de origen alemán que deforma el mundo visible, como medio de trasmitir al receptor la conciencia trágica de la vida. Expresa la realidad vista desde un yo atormentado. Se caracteriza por sus colores fuertes, un cierto humor negro y una apología de la fealdad. Vasily Kandisky es un pintor representativo de este movimiento Se pueden encontrar elementos expresionistas en los esperpentos de Valle-Inclán y en las primeras obras de Baroja.
El cubismo: se caracteriza por su espíritu de geometría. Los cubistas analizan las formas hasta sus últimas consecuencias, descomponiendo los volúmenes, estudiando sus partes y reduciéndolos a formas geométricas. Picasso y Juan Gris son los nombres más representativos de este movimiento.
El abstraccionismo: los abstraccionistas quieren crear un arte puro. En pintura liberan a los elementos pictóricos, la forma y el color, de su vehículo habitual: la realidad. De manera semejante se desarrolla por esta época el concepto de poesía pura.
El dadaísmo: la primera guerra mundial supuso una crisis tal de valores que los dadaístas consideraban que sólo la protesta, el irracionalismo, la negación absoluta, la anarquía eran las respuestas coherentes a la estupidez del mundo.
El surrealismo: en 1924 el poeta André Breton publicaba en París el Primer Manifiesto del Surrealismo. El nuevo movimiento heredaba de su antecesor, Dadá, la idea de que la razón no es más que un molesto impedimento que obstaculiza el desarrollo de la creatividad.Tomando como punto de partida la obra clave de Sigmund Freud La interpretación de los sueños, llegan a la conclusión de que la única manera de eliminar las ataduras de la razón era propiciar el acceso al subconsciente. Escogieron dos vías para "penetrar" en él, vías que constituyen las dos técnicas surrealistas por excelencia: el automatismo, que consiste, en esencia, en dibujar o escribir sin lógica, moviendo libre e incontroladamente la mano o el pincel y la desorientación reflexiva, procedimiento por medio del cual las imágenes surgidas del subconsciente unen objetos completamente extraños entre sí.
En el ámbito hispánico hay que nombrar dos importantes movimientos estéticos, el ultraísmo y el creacionismo. Algunos de los escritores de la generación del 27 participaron activamente en ellos, otros como Federico García Lorca en Poeta en Nueva York o Vicente Aleixandre en La destrucción o el amor han hecho importantes contribuciones al movimiento surrealista.

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